domingo, 5 de febrero de 2012

Un señor vagabundo

Tres.La primera vez que lo vi me dejó con la boca abierta. El señor, algunos lo llaman "Pechito", vive desde hace muchos años en la vereda de Scalabrini Ortiz, casi esquina Santa Fe. Sobre el colchón suele estar él y un perrazo color ciruela que se llama Nino Bravo; y otro blanco, más chico: Alberto Cortez. Posee, y este es el detalle del asombro, un televisor con cable que funciona perfectamente. Hoy, domingo 5 de febrero del 2012, Pechito miraba a Los Simpson. Para Navidad tenía un arbolito con luces. Una señora de esas que tienen la mente y el corazón dañados, se quejaba de estos vagos y los subsidios, en esa particular coctelera opaopositora. También es cierto que mucha gente le da una mano. Pechito tiene perros, cable, control remoto, toda la luz, toda la noche, todo el calor del verano y el frío del invierno. Las mejillas coloradas, la mirada hundida. ¿Cómo consigue la electricidad? Lo agrego a la lista de misterios mínimos y sigamos, piadosamente, nuestro camino.

5 comentarios:

  1. La gente que vive en la calle y tiene perros (y es mucha) siempre me conmueve; en general los tienen muy bien cuidados y no se les despegan. En Paseo Colón cerca de San Juan, hay un hombre que vive en un colchón de dos plazas con 5 perros, el otro día dormía él en el centro del 2 plazas, con un perro debajo de cada axila y tres a sus pies, para la foto.
    Linda la historia de pechito

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  2. Pechito no acepta irse de ese lugar porque no quiere dejar a sus perros -esa es su excusa para no dormir en un parador, aunque sospecho que no iría de todas formas–.

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  3. Seguramente Pechito es de esas personas a las que se hace difícil acertarles en la edad, ¿no? Los nombres de sus perros ayudan a saber cuántos años puede tener ;)

    Excelente relato, Franco. Muy "dibujable"...

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  4. Pechito es uno de mis personajes favoritos de la ciudad. Nino Bravo es un Weimareiner pura raza hermoso, de los gigantes. Mi misterio no es la electricidad, sino de dónde sacó semejante perro, que debe salir fortuna. Mi respuesta es que lo debe haber encontrado perdido y lo adoptó.
    Una vez que salí del subte completamente enajenada y salí por otra puerta por equivocación, al subir y no ver a Pechito y sus perros, pensé que los habían sacado a la mierda. Caminé un par de cuadras para cualquier lado (aún enajenada) y me di cuenta de que no era Pechito el que faltaba, sino que yo estaba caminando por Santa Fe en vez de por Scalabrini. Y me quedé más tranquila.

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    1. Siempre me llamó la atención, además, ese perrazo. Esta mañana, antes de la lluvia, estaba con traje y unas zapatillas adidas, todo nuevo. La gente (vi a dos mujeres)lo saluda. "Qué lindo estás, Pechito"; "Nos vemos mañana!".

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